Vargas Llosa “La
tía Julia y el escribidor”

En un principio,
esta obra deja entrever un mundo teñido de vulgaridad, representado por la
trivialidad del boliviano Pedro Camacho, que escribe radioteatros y cuyos
personajes encarnan historias patéticas. Estas tienen, sin embargo, gran
llegada al público.
Por otro lado,
encontramos a Mario que escribe literatura pero no parece ser reconocido. Este personaje,
su vez, está más ligado a la transgresión: se enamora de su tía y falsifica documentos para casarse con ella.
En este punto, falsificar es, en cierta medida, fingir o mentir, y características
inherentes a la ficción literaria..En definitiva, lo que deja traslucir la
novela es que, en lo que respecta a la literatura, la calidad prima sobre la
cantidad. Mario, por su parte, es el único que terminará triunfando haciendo
literatura y se irá a Europa, mientras que Pedro Camacho, sin embargo, ganará
“menos que un sirviente” y sus personajes desaparecerán.
En conclusión, la
consagración o la degradación de los personajes dependen, en todo caso, de la
calidad de sus escritos. La primera estaría ligada a la calidad literaria
(representada por Mario) y la segunda., tiene como causa, tal vez paradójicamente,
la excesiva llegada al vulgo. Esto sería
una manera de poner los bett sellers como foco de cuestionamiento, ya que estos
priman el consumo antes que la calidad.
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