He leído, a veces en consignas o
en las evaluaciones escolares, referirse a “texto” como sinónimo de “discurso”,
más bien como objetos concretos de una comunicación que están en relación de
equivalencia.
Sin embargo, aunque en la práctica de análisis (de texto, de discurso) no se pueda disociar uno de otro, me gustaría poder
dar cuenta de las diferencias para evitar confusiones terminológicas y dejar bien en claro que ambos conceptos no son
equivalentes.
Afirmamos entonces, a grandes
rasgos, que el discurso es el “acto y
el producto de una enunciación particular y concreta”, lo que implica tener en
cuenta su dimensión social (1) (quién enuncia, quién recibe el mensaje, cómo,
etc.)
El texto, en cambio, podemos definirlo como el producto de ese discurso, o bien
como la organización de los elementos que permiten expresar la significación de
ese discurso. El primero, en un plano pragmático; el segundo, en plano más
abstracto, esto es, aislado de su contexto de producción.
Es cierto que esta distinción es
bastante problemática. Es verdad que, como diría Greimás, es difícil sostener
esa diferencia entre uno y otro porque cuando se analiza un texto ( es decir,
su coherencia y cohesión, por ejemplo) se apela necesariamente a procesos del
discurso (2)
En otras palabras, en el texto
como producto, en las marcas que traman su tejido, están las huellas de la
enunciación, el proceso comunicativo concreto, como lo son los deípticos (yo,
aquí, ayer, ustedes, etc.) y si bien se visualizan en el texto son realizaciones que ocurren en el discurso.
A pesar de haber hecho esta
salvedad, en cuanto a la dificultad de diferenciar uno y otro término en
cuestión, dejamos en claro que cuando hagamos “análisis de texto” tomaremos
este como un producto de la enunciación, como un recorte, aislado del acto concreto
que supone el discurso. ¿Y qué “analizaremos”? Nos centraremos, entonces, en
los criterios de textualidad, es decir, las características que debe tener un
texto para ser considerado como tal (las de coherencia
y cohesión, es sólo una parte) que
desarrollaremos en otro post.
En cambio, si decidimos realizar
un “análisis del discurso” nos centraremos en los agentes de la enunciación, su
intencionalidad, sus mecanismos para asignar sentido, etc., pero sabremos que
necesariamente, en este aspecto, deberemos “tocar” propiedades que hacen al
texto, como las reglas que condicionan la construcción de ese conjunto
significante.
1) Ver post de enunciación
2) Ver post de "criterios de textualidad"
2) Ver post de "criterios de textualidad"
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