“Son amigos en Facebook desde 2017”
Hoy encendí la computadora para escribir unas líneas y emergió como una
displicente ola informática el cartelito de la famosa red social ya cada vez
más en extinción (muchos me dicen que ya nadie la usa). Este sería el detalle
menor.
Lo cierto que me quedé pensando en ese punctum “amigos”.
Y entonces el aspecto semántico golpeó mi curiosidad. ¿Cómo se define
la palabra “amigos” desde el punto de vista etimológico?
Por cierto, en la historia de esta palabra, no hay una universalidad
unívoca.
En la Torá encontramos: "Tu amigo, aquel que es como tu propia
alma". (Deuteronomio 13:7). (1)
Lo interesante es que “como
tu propia alma” significa que ese otro tiende un vínculo de confianza, compañía
y entraña una relación profunda en la cual uno ayuda al otro a superar sus
dificultades, a guiarlo en el camino de su vida, entre otras.
De hecho,
la palabra hebrea para “amigo” es javer
que incluye yad, significado
de “mano”- Con la intensidad de la amistad, se está “mano a mano”, no hay
asimetrías, ni intereses.
Por otro lado, “amigo”
podría derivar del latín “amicus” de la combinación de anima (alma) y custos (custodia),
esto es “el guarda del alma”.
A su vez, es interesante
ver su etimología del griego, de donde provendría de a (sin) y ego (yo), si lo
pensamos, una relación recíproca, sin ego.
Sea cual sea su recorrido,
no cabe duda de que el término “amigo” supone una profundidad afectiva y espiritual
que muy lejos está de la banalidad con la que se emplea.
La sociedad actual,
inmersa en el mundo tecnológico, mediatizada por las pantallas, llama “amigo” a
personas que forman parte de una red, pero que muy lejos están de vincularse de
manera fraterna, o por el contrario, quizá fueron personas que se “agregaron”
por conocimiento de otras con las cuales tampoco se mantiene vínculo alguno.
El otro día me llamó la atención
que esta superficialidad no solo es hija de las redes sociales, sino que se ha
colado en la vida cotidiana, en las relaciones cara a cara, sobre todo como
vocativos del cronolecto adolescente: “dale,
amigo; “qué tosco, amigo”, donde la palabra “amigo” reemplaza a la ya
olvidada interjección che y al coloquial y tan argentino boludo.
1. 1)https://www.morasha.com.br/es/sabidur%C3%ADa-jud%C3%ADa/amistad.html
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