Son incontables las veces que nos encontramos con una caracterización de un personaje en la narración. Y queremos saber todo de él, lo que piensa y por qué no, cómo piensa lo que piensa.
Existen varias técnicas de las que echa mano el narrador para que el fluir psíquico de un personaje sea visible al lector.
En su libro "Teoría y técnica del cuento", Anderson Imbert señala que hay dos técnicas bien diferenciadas para ilustrar aquello: técnicas tradicionales y técnicas innovadoras, que podría sintetizar en el siguiente cuadro:
Técnicas
tradicionales
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Técnicas
innovadoras
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-Anteriores a 1920
- El análisis del fluir psíquico no se aparta o se aparta poco de las
leyes gramaticales del discurso.
-El lector percibe del narrador un informe ordenado del fluir psíquico del personaje
-subjetividad del narrador más lógica
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-Posteriores a 1920
-El fluir psíquico es expresado por un lenguaje que intenta apartarse
de las reglas gramaticales: fluidifica las palabras- conceptos
metafóricamente
-El lector percibe el fluir psíquico del personaje fiel a un lenguaje
incoherente o de difícil comprensión.
-Subjetividad más caótica, ilógica
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Lo interesante es poder vincular las distintas formas de polifonía que ya hemos sintetizado en otra oportunidad para entender cómo y para qué se las apropia el narrador para mostrar el fluir psicológico de su personaje.
En el siguiente esquema apunto a sintetizar la cuestión: las distintas formas de polifonía (discurso directo, discurso indirecto e indirecto libre) se ponen al servicio de la técnica elegida por el narrador según el efecto estético que este pretenda lograr:
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